Descripción
Como su nombre lo indica, los Diáconos de la Oscuridad son un gran grupo de diáconos, los cuales utilizan piromancias a larga distancia y ataques cuerpo a cuerpo para atacar al jugador. Durante el combate, uno de los diáconos brillará con un aura roja. Derrotar a este diácono causará daño a la barra de salud del jefe, y hará que la luz se disipe y busque otro diácono. A lo largo del combate, más diáconos surgirán del ataúd de Aldrich cuando los demás van siendo derrotados.
Una vez que cinco diáconos brillantes hayan sido asesinados, aparecerá el Archidiácono Royce. Royce puede ser fácilmente identificado por el resplandor rojo, así como por su atuendo blanco. Aparecerá junto a dos diáconos grandes de túnica azul y cuatro diáconos "pesados" de túnica roja, que lanzarán el milagro Fuerza cuando estén cerca del jugador para proteger a Royce. En ciertos momentos, estos diáconos canalizarán un hechizo de curación para regenerar rápidamente la salud de Royce.
Localización
Se encuentran en la cámara más recóndita de la Catedral de la Oscuridad, donde se encuentra la tumba de Aldrich. La habitación está situada lejos de la zona de oración principal, más allá de una estatua inmensa y casi arruinada escondida en telas.
Lore
Los Diáconos de la Oscuridad son liderados por el Archidiácono Royce, uno de los seguidores más devotos de Aldrich, junto a McDonnell y Klimt. Se menciona que Klimt atendió a Rosaria, a quien él consideró como una diosa, y un día perdió su fe, pero la secuencia de los acontecimientos y sus causas no son ciertas, y si sigue vivo o no difícil saberlo.
Cuando Aldrich y McDonnell viajaron al Valle Boreal con un pequeño grupo de diáconos para reunirse con el Pontífice Sulyvahn, Royce y los otros diáconos se quedaron en la catedral para proteger eternamente el vacío ataúd de su maestro, con la esperanza de que algún día regresaría. Se dice que McDonnell impartió el hechizo Alma profunda a Royce y sus seguidores, para ayudarles en su defensa.
Estrategia
Dañar o matar a los diáconos individuales no causa daño a la barra de salud del jefe, sino que esto se hace matando al diácono con el aura roja. Cada vez que el diácono objetivo es derrotado el aura se moverá a otro diácono. Por esta razón, una estrategia viable es tratar de reducir la salud de los diáconos individuales sin matarlos, ya que el aura puede moverse a uno ya debilitado que luego puede ser derrotado rápidamente. Si el jugador no mata a un diácono brillante dentro de una cierta cantidad de tiempo, el aura puede trasladarse a otro diferente.
Hay que tener en cuenta que aunque los ataques de barrido pueden golpear y matar a múltiples diáconos a la vez, esto puede colocar al jugador en un peligro innecesario. Si es posible, hay que intentar caminar alrededor de la multitud para atacar directamente al diácono brillante, ya que esto evita la situación de estar dentro del rango de ataque cuerpo a cuerpo de varios diáconos.
Una vez que el Archidiácono Royce está en la zona, los diáconos obtienen varios ataques oscuros, además de conservar sus habilidades anteriores. Sin embargo, estos ataques pueden ser interrumpidos ya sea atacando a los diáconos canalizadores o al propio Royce.
Una vez que se ha infligido suficiente daño a la barra de salud del jefe, aparecerá el Archidiácono Royce, flanqueado por dos grandes diáconos de túnica azul, así como cuatro de túnica roja. Es muy recomendable matar a estos dos diáconos azules tan pronto como sea posible, ya que son considerablemente más fuertes que los otros, pueden curar Royce, y no vuelven a reaparecer una vez eliminados. A partir de este punto, sólo el daño causado a Royce drenará la barra de salud del jefe.
- Si tienes un poco de paciencia te lo pasaras a la primera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario