Pontífice Sulyvahn
Descripción
Sulyvahn es un hombre alto vestido con un traje ceremonial adornado con joyas y lleva una corona sobre lo que parece ser una cota de malla. Su piel es muy pálida y parece estar deteriorada, cubierta de grandes grietas, y no parece tener rostro. Debido a sus orígenes, se podría suponer que nació con este aspecto.
Sulyvahn blande dos espadones, el Espadón profanado en su mano derecha y el Espadón del juicio en su mano izquierda. Cuando el Ser de la ceniza entra en la catedral, Sulyvahn está de pie e inmóvil, con sus espadas al parecer en modo pasivo. Al acercarse el Ser de la ceniza, las espadas del Pontífice se encienden y comienza a caminar lentamente hacia el jugador antes de cargar rápidamente con una estocada.
Durante el combate, se puede escuchar a Sulyvahn gruñir con una voz profudamente distorsionada. Se desconoce si aún está cuerdo en el momento en que el Ser de la ceniza lo enfrenta.
Localización
En la enorme catedral al final de Irithyll del Valle Boreal.
Lore
En Ashes of Ariandel se revela que Sulyvahn nació en el Mundo Pintado de Ariandel. A pesar haberse criado dentro de la pintura, a Sulyvahn no le gustaba su hogar, puesto que aún no había experimentado la pérdida o la desesperación que sentían la mayoría de los residentes de la pintura. Como tal, no tenía ninguna conexión significativa con su hogar, el cual terminó abandonando, incluso dejando los helados hechizos que su mundo pintado había promovido.
Después de abandonar el Mundo Pintado, el joven hechicero encontró la Capital Profanada debajo de una tundra a cierta distancia de Irithyll, y a la Llama Profanada con ella. Tomando el Espadón profanado junto con su ambición, Sulyvahn se dispuso a tomar el control de Irithyll.
Con el tiempo logró su objetivo y utilizó a sus Caballeros Pontífice y Brujas de fuego para mantener el control de la ciudad, mientras que los Caballeros Precursores fueron enviados a conquistar tierras lejanas. Para asegurarse de que los Caballeros Precursores nunca lo traicionaran o se opusieran a él, les concedió unos anillos que, sin saberlo, eventualmente los convertiría en bestias con una enorme sed de combate. Por esta razón los Caballeros Precursores eran vistos como exiliados. Los miembros más notables entre los Caballeros Precursores eran Vordt y una hija lejana de la familia real, quienes fueron enviados al reino de Lothric. También se convirtió en un devoto seguidor de la Iglesia de lo Profundo, fundada por Aldrich, el Santo de la Oscuridad. Incluso se autoproclamó "Pontífice" como una muestra de fe. El Pontífice Sulyvahn y los Archidiáconos, Royce, McDonnell, y Klimt, fueron los principales líderes de la iglesia además de Aldrich.
Tras su resurreción, Aldrich fue acompañado por Sulyvahn y McDonnell a Anor Londo. Allí Sulyvahn capturó a Gwyndolin después de que este se sacrificara voluntariamente para prevenir la muerte de Yorshka, a la que Sulyvahn pareció honrar, y terminó encarcelando en la torre sobre su propia iglesia. Gwyndolin fue devorado por Aldrich finalmente.
Estrategia
Tras atravesar la puerta de niebla, hay que tener cuidado al acercarse al Pontífice, ya que probablemente embestirá con su espada flameante a distancia. Con buen timing, este ataque puede ser parado.
Durante la pelea, se aconseja no extenderse con los ataques, ya que se necesita bastante aguante para esquivar o absorber los contraataques del Pontífice. Los ataques de Sulyvahn pueden ser difíciles de evitar debido a los retrasos variables que estos poseen.
Una de las mejores cosas que se puede hacer es esquivar rodando hacia su izquierda, dado que muchos ataques de la primera fase pueden ser evadidos de esta forma. Habrá también un ataque en el que realizará una serie de combos fijamente hacia delante, en el cual actuará de una forma un poco desorientada, momento en el que se le podrá encajar un duro ataque sin problemas.
Cuando la salud de este jefe haya sido reducida a la mitad, se arrodillará y expulsará magia oscura, momento en el cual no es conveniente mantenerse cerca de él, dado que el jugador será atacado por la magia y acabará volando por los aires. A partir de este punto, el Pontífice utilizará nuevos ataques, incluyendo ataques de área de efecto, estocadas de largo alcance y proyectiles mágicos.
En esta segunda fase creará una copia de sí mismo en forma de fantasma púrpura que también atacará al jugador y reflejará los movimientos del Pontífice antes de que los ejecute él mismo. Esta copia posee mucha menos salud que el original, aunque tendrá la misma defensa. Se puede intentar acabar con ambos sin la ayuda de un NPC o de un amigo online, pero la ayuda de un segundo contrincante, con las que se las tenga que ver este jefe, puede ser de gran ayuda.
El Pontífice Sulyvahn es extremadamente susceptible a las paradas, cada estocada inflige más de 1000 de daño. Un par de sus movimientos se pueden explotar fácilmente, ya que los balanceos de su espada llameante suelen estar telegrafiados y se pueden predecir. Utilizar la parada y estocada puede terminar el combate rápidamente, dejándolo al borde de la muerte en el momento en que invoca al fantasma.
- Uno de los más dificiles a mi parecer.
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